viernes, 1 de mayo de 2009

Cartas a mis padres

Como hace mucho que no subo nada, he decidido subir tres mails que le he mandado a mis padres. Espero que os gusten:

DEPORTES Y TELEVISIÓN EN AUSTRALIA:

La semana pasada vino una de las Senior Residents (los estudiantes que llevan más tiempo aquí y que actúan como algo a medio camino entre la policía municipal y los inspectores de hacienda) para hacer el contrato que estipula las normas convivencia que tenemos que seguir en las unidades para no matarnos unos a otros. Entre dichas normas, te alegrará saber, no se permite pintar con caca en las paredes ni correr desnudo por las zonas comunes (lo cual me tranquiliza bastante). Además tenemos un horario con las tareas de la casa que se van haciendo semanalmente y por turnos. A mí esta semana me ha tocado hacer el baño, con lo que he estado bastante ocupado matando la vida inteligente que se había desarrollado en la ducha y los lavabos. Creo que la semana que viene tengo que erradicar la fauna del salón.

Ah, sí, otra cosa: el otro día cometí el error de poner un rato la tele australiana. Es igual de mala que la Española, solo que gritan menos y no les dan trabajo a la gente que sale de Gran Hermano. Y si crees que el fútbol es aburrido, te invito a que veas un partido de Cricket. A pesar de que me han explicado las reglas cuatro o cinco veces ya, aún no sé cuál es la duración aproximada de un partido. Por lo que me contaron, dependiendo de la modalidad, puede ser entre 5 horas y 5 días. Sigue siendo un deporte totalmente desconcertante para mí, ya que nunca consigo adivinar cuál de los dos equipos va ganando...

Pero bueno, ése es uno de los dos deportes estrella de Australia. Los otros son el Football (o sea, Rugby, pero con reglas australianas) y el Netball. El Foot... bueno, Rugby, es bastante parecido al Rugby inglés, sólo que tiene pequeñas diferencias... indistinguibles para mí. El Netball es un acontecimiento curioso:
Se trata de un conjunto de mujeres (creo) que se juntan en una cancha híbrida entre la de baloncesto y la de hockey sobre hierba. El uniforme, a falta de un calificativo más acertado, es ridículo en el mejor de los casos y consiste en una faldita que cubre pulcramente las rodillas y una camiseta de tirantes muy holgada (aunque también las he visto con camiseta de manga corta). El objetivo del juego consiste en marcar más puntos que tus rivales introduciendo un balón parecido al del voleibol en unas canastas parecidas a las del baloncesto con movimientos parecidos a nada que haya visto en mi vida. La cesta, por cierto, no tiene tablero (no sé si para hacerlo más interesante o porque el diseñador del juego no pensaba que era lo suficientemente extraño ya) y están situadas en lo alto de un poste (sí, un poste) a unos 3 metros y pico del suelo. Entre otras curiosidades, a las jugadoras no se les permite botar el balón mientras lo posean y sólo pueden sostenerlo durante 3 segundos antes de hacer un pase.

A mí me parece una variante del baloncesto para torpes.


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LOS CHINOS

Mirad, hoy os quería contar otra de las cosas curiosas que tiene Australia: los chinos.

Si los australianos parecen raros, los chinos son ya el cagarse. A resaltar:

Suelen tener una dejadez total del cuidado de la casa, limitándose a limpiar nada más y nada menos que lo que ellos mismos ensucian. Ya sea un desconchón en la pared o una mancha de humedad en el techo, sencillamente se dedican a ignorarla hasta que el artífice se pase por ahí y tenga a bien limpiarlo/arreglarlo... o bien hasta que la pared y el techo se caigan, en cuyo caso el protocolo dicta ir a student services a quejarse porque el techo se ha caído.

Los chinos son un pueblo muy eficiente que intenta sacar en todo momento el máximo provecho a las actividades programadas. Esto se nota especialmente en dos casos:
a) Estudiar. En época de exámenes es muy raro ver a un chino por la calle, pero la Biblioteca parece una barriada de ChinaTown. Son capaces de estar varios días seguidos pegados a una mesa y una silla. Ni que decir tiene que en ese momento, como se te ocurra entrar en la Biblioteca y tosas en el mejor de los casos recibirás varios chisteos y miradas de reprobación y en el peor acabarás en el hospital con una pata de silla incrustada entre el recto y el colon.
b) Fumar. Las chimeneas del Titanic, una mierda en comparación con un chino fumando. Yo he visto a un chino fumarse 10 cigarros en menos de 15 minutos. Que por cierto, no sé de dónde coño sacan la pasta para tabaco, porque a 5-10 euros que cuesta la cajetilla, yo supongo que lo que se gastan lo tendrán que ahorrar volviendo a casa flotando sobre una puerta.

La cantidad de ellos que hay. Yo hay días que me levanto, voy a clase y me da la impresión que me he confundido de país. A mi derecha hay chinos, a mi izquierda hay chinos, delante de mí hay chinos, detrás de mí... bueno, creí que había un negro, pero no, era un chino muy moreno. Ah, pero es que no acaba ahí la cosa. Cuando entra el profesor en clase... ¡ES UN CHINO! Por lo menos las clases las dan en inglés, que ya es algo. Las clases, porque en una ocasión, un alumno se dirigió al profesor para preguntar una duda, se ve que no se le daba muy bien el inglés... ¡e hizo la pregunta en chino! Bueno, ya indignado, voy a protestar al jefe del departamento... y el jefe de fepartamento era otro chino. El jefe, el subalterno, los becarios y la secretaria... ¡¡Si es que hasta la mascota del departamento es un Pekinés!!

La vestimenta. Esto yo creo que se deriva de un componente histórico importante. Después de varios milenios de dinastías imperiales en los que la gente podía vestirse como les daba la gana (es decir, los ricos con las mejores sedas y los pobres con los mejores harapos), llegó el gracioso de Mao Zedong e impuso un régimen comunista en el que todo el mundo debía ir de una determinada manera para que no hubiera distinciones. En el momento que un chino descubre que no tiene restricciones para vestirse, se desmadra.
Afortunadamente, la mayoría de los chinos provienen de familias tradicionales que cuidan un poco el recato y la buena presentación. El problema son los otros. Desde camisas verde chillón y motivos tribales combinado con un tinte naranja para el pelo hasta los abalorios de imitación de jade con incrustaciones de imitación de plata combinado con un tinte fucsia para el pelo. De verdad, que es para verlos y arrestarlos.

Otra cosa que tienen muy característica es el consumismo. Y aquí hay distinción con respecto a los sexos. Los hombres son consumidores compulsivos de tecnología (TODOS los chinos que conozco tienen el Iphone, el teléfono móvil chachi guay que te cagas de Apple) y las mujeres por la ropa. Y diréis "pues vaya cosa, los españoles también hacen lo mismo". Sí, pero los chinos tienen a su favor la eficiencia de la que os había hablado antes.
Por ejemplo: Hace no mucho tuve que ayudar a una amiga china a mudarse de unidad. Acababa de volver de China, así que traía una maleta... bueno, traía un baúl con ropa de invierno que tuvimos que guardar en el trastero (hasta ahí todo previsto). El problema es que todavía tenía (mucha) más ropa en la habitación. Estoy hablando de, aproximadamente, unos 120 kilos de ropa (124,65 Kg exactamente (sí, lo pesamos, ¿qué pasa?)). No quiero imaginar lo que va a ser facturar eso en el aeropuerto cuando vuelva a China... Y estoy seguro de que su padre, que es el que paga, tampoco...

Pero bueno, todas estas cosas a nosotros nos parecen raras debido al choque cultural. Y es que hay muchas cosas que para nosotros son perfectamente lógicas mientras que para un chino el mero planteamiento es un acto de estupidez. Por ejemplo: Intentar cruzar la calle mientras ellos van conduciendo.

Sólo a un occidental se le ocurriría intentar cruzar por un paso de peatones señalizado y con reductores de velocidad a ambos lados sabiendo que hay un chino en un coche circulando. Porque eso sí, los chinos al volante, y poniendo de manifiesto una vez más la eficiencia de su pueblo, creen que cualquier trayecto en coche que dure más minutos que los kilómetros entre el punto de origen y de destino es un fracaso técnico.
Como consecuencia, tú, como peatón, eres un obstáculo. Los obstáculos retrasan las tareas. Los retrasos no son aceptables. Hay que eliminar los obstáculos, ergo, el peatón debe morir.


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EL ROYAL SIDNEY EASTER SHOW

Como sabéis, hace dos semanas fuimos un grupo de amigos a Sydney, al
Easter Show, concretamente el día 9 de abril.

Más que extenderme en una detallada explicación (que no me cabe
ninguna duda que no íbais a creer) voy a intentar que os hagáis una
imagen mental del asunto:
Imaginaos una feria de muestras de ganado.
Juntadlo con un rodeo al estilo americano, un concurso de hípica y un
espectáculo de acrobacias automóvilísticas.
Todo eso en el mismo sitio.
En el Estadio de fútbol, para más señas.
Ahora, agregadle la feria de los gitanos de León (barracas incluídas)
Imaginaos que a los gitanos los patrocina Cocacola.
Y que los gitanos no consiguen arruinar la marca.
Como punto humorístico, añadid un campeonato internacional de cortar
leña y una carrera de cerdos.

Ahora que tenéis una idea clara de cómo era, llegamos a Sydney a eso
de las 12 de la mañana. El plan era haber ido a las 10 y media, pero
se nos encadenaron varias desgracias:
En primer lugar, y como es lo frecuente en este tipo de eventos, la
mitad de la gente se durmió, por lo que tuvimos que iniciar una
campaña agresiva de invasión de unidades y extraer a dichos elementos
de sus respectivas camas.

Una vez organizado el rebaño, nos fuimos a la parada de autobús de la
universidad para coger el Free Shuttle (un autobús gratuito, se merece
tema aparte) para ir hasta la estación de trenes, desde donde iríamos
a otra parada de autobuses para coger el autobús que nos llevaría a
Sidney. Y os preguntaréis "Pero para qué vais a la estación de trenes
para tener que coger un autobús?". Bien, ésa fue la segunda desgracia
del día: entre Wollongong y Sidney estaban cortados por obras en las
vías, así que habían dispuesto un eficaz servicio de autobuses que
pasaba cada media hora y al cual te podías subir... Siempre que
tuvieras suerte y no estuviera a lleno cuando pasara por el lugar
donde lo estabas esperando.

Que fue lo que nos pasó a nosotros. Tercera desgracia.

Conseguimos subirmos en el autobús al segundo intento (que iba menos
lleno). Por supuesto, el aire acondicionado funcionando a todo lo que
daba a pesar de que estaba el tiempo como para llover. Tras un viaje
más o menos cómodo, conseguimos llegar a la estación de trenes de
Sidney, donde cogimos un tren para ir al parque olímpico (donde se
celebraron los juegos olímpicos de 2000). Una vez allí, observé que
tenían un sistema de entrada parecido al del parque de atracciones de
Madrid: Un grupo de guardias dirigían a los visitantes hacia un cuello
de botella donde había unas barras giratorias que sólo giraban cuando
metías la entrada, bajo la atenta mirada de otros guardias que
vigilaban que nadie se colara.

Viéndolos trabajar, se nota que los australianos son pastores natos.

Una vez dentro, conseguimos una maravillosa vista del estadio
olímpico... donde no teníamos permitido el acceso. Lo primero que
había eran unos cuantos puestos informativos sobre varias asociaciones
y organizaciones buscando reclutas (Cuerpo de Bomberos, Fuerzas
Armadas...), al lado de casetas donde te hacían tatuajes con aerógrafo
por cinco dólares y barracas de las llamadas "bolsa sorpresa". Esto
último consiste en una bolsa de plástico en la que vienen 10 juguetes
aleatorios. Para evitar los descontentos del tipo "niño al que le sale
una barbie" o "niña que recibe un disfraz de spiderman" las casetas
son temáticas. Si vas a una caseta de Ben10, te saldrán cosas de Ben10
(espero) y si vas a una de Dora Exploradora, te saldrán cosas de dora
exploradora. Se ve que a Australia no ha llegado la campaña ésa del
gobierno de que los niños y las niñas pueden jugar con los mismo
juguetes, así que se dedican a la vil disgregación.

Lo primero que fuimos a ver, aunque no sé por qué, fue un concurso de
arreglo floral (ikebana). Había gente en mi grupo que no sabía lo que
era, y a pesar de mis explicaciones se empeñaron en entrar. Duraron 5
minutos.

Después nos dirigimos hasta el estadio principal del evento (el
olímpico no, otro estadio principal del evento), afortunadamente justo
a tiempo para perdernos lo que me parece que era una carrera de
carruajes. Nunca lo llegué a averiguarlo porque el programa que tenía
en la mano era un tanto críptico. El evento de los carruajes venía
anunciado con un pequeño espacio en blanco entre "Looking for a Friend
Like You (Kids espectacle)" y "Psycho slideshow" y ninguna de las dos
cosas se celebraba en NAB Arena, donde estábamos nosotros. Cuando
encotramos un sitio para sentarnos con el que todos los integrantes de
mi grupo estaban conformes ("Estamos muy altos", "estamos muy lejos",
"Hace frío", "hace calor", "estamos muy lejos de los puestos de
comida", "estamos muy cerca de los puestos de comida y me huele a
fritanga" (No fue nada fácil)), empezó el espectáculo Xtreme
corruption, coches haciendo virguerías y motos de motocross haciendo
acrobacias. Me acordé mucho de papá, porque le habría gustado mucho.

De ahí, nos fuimos a gastarnos unos 12 dólares por cabeza para comer.
Me hizo gracia un puesto de comida española donde venían tapers de
paella. Bueno, al menos era amarillo y parecía que el ingrediente
principal era el arroz, pero me pareció ver un trozo de salchicha
flotando entre el arroz... y creo que el vendedor era alemán.

Los puestos de comida estaban montados al lado de un escenario donde
se iban subiendo varias bandas emo a intrepretar lastimosamente
canciones donde se quejaban de lo triste que era su vida porque la/el
chica/o de turno no les hacía caso... supongo que porque no se fiaría
de la gente que se hace un velo de vuida con el flequillo. El caso es
que al lado del escenario estaban todas las mesas y sillas. Cabe
destacar que si querías comer allí tenías que hacerlo de cara al
escenario para cortarle la retirada a tu propia comida (dicen que el
volumen estaba tan alto que la vibración hacía que se desplazaran los
platos... pero yo creo que los platos escapaban para no tener que
aguantar el concierto... sobre todo las legumbres. Las legumbres son
muy sensibles con el tema de la música).

Después de comer alguien tuvo la genial idea de ir a ver el Woolworths
Fresh Food Dome. Woolworths, ya os lo he contado alguna vez, es como
el Carrefour local. Pues el "Dome" (Cúpula) en cuestión era como un
Carrefour a lo bestia con puestecitos de especialistas en alguna cosa
(café, chocolate, miel, gambas, frutas)... o sea, un Carrefour hecho a
base de mercadillo.

Conseguimos escapar y empezó la juerga de ir a ver bichos. Además,
algo teníamos que hacer hasta que empezara la carrera de cerdos
(*suspiro*). Había varias carpas... bueno, naves industriales, más
bien, que estaban montadas en plan zoo... pero zoo para gente de
ciudad, claro, porque todo lo que había eran animales de granja y lo
más fiero que vi creo que fue una oca...

Llegados a este punto mientras todos mis amigos estaban viendo las
vacas, Laia (la catalana que vive este semestre en Kooloobong) vino a
comentarme que le hacía gracia la espectación que desataban los
animales de granja en general y las vacas en particular entre la gente
de Sidney, a lo que yo respondí algo así como "Te sorprendería la
cantidad de gilipollas que hay a los que le parece que una foto con
una vaca es algo imprescindible". Acto seguido, apareció mi amigo
Juan, el colombiano, diciendo "¡Javi, hazme una foto con la vaca!". A
pesar de lo cual, tuve que convencerle de que de verdad las vacas no
muerden...

A partir de aquí nos quedaba una hora y pico para la carrera de
cerdos, pero sucedieron muchas cosas, así que os lo pongo con hora y
minutos:
15:32 - Nos dirigimos hacia otra nave industrial que estaba llena de
alpacas (camélido sudamericano que recuerda a una pequeña llama).
15:35 - Sesión de fotos.
15:42 - Volvimos a la nave de las vacas porque una chica se no se
había hecho ninguna foto con las vacas y los demás le daban envidia.
15:43 - Sesión de fotos.
15:47 - Fuimos a la nave de las ovejas.
15:48 - Sesión de fotos.
15:56 - Nave de los caballos.
15:59 - Sesión de fotos.
16:12 - Parada para hacer pis.
16:13 - Sesión de fot... emmm no, no hicimos fotos.
16:22 - Volvimos a lo de las alpacas, porque Juan no había visto las
alpacas negras.
16.23 - Sesión de fotos.
16:26 - Fuimos a otra nave en la que había cabras, patos, gallinas,
corderitos y conejitos.
16:33 - Tuvimos que sujetar a Juan porque había varios niños
haciéndose fotos con la cabra, había cola y estaba perdiendo la
paciencia.
16:36 - Sesión de fotos.
16:42 - Persecución de la cabra, que parecía que se mostraba reacia a
posar con Juan.
16:45 - Bronca de uno de los guardias por molestar a la cabra
16:46 - Pago de la multa por molestar a los animales
16:48 - Juan nos reembolsa el importe de la multa.
16:50 - Abandonamos la nave.
16:51 - La cabra nos mira desde la puerta de la nave, se ríe y nos
hace un corte de mangas.

A las 5 de la tarde empezaba el campeonato internacional femenino de
cortar leña. La única pista que tuve sobre la parte que decía
"femenino" era el equipo Canadiense, que efectivamente parecían...
seres humanos. Los otros dos contendientes eran Estados Unidos y
Australia. Viéndolas, se adivinaba en seguida que las pobres chicas
canadienses no iban a tener ninguna oportunidad. A destacar un
cachalote del equipo australiano que si hubiera dependido de mí, la
habría descalificado de la carrera evolutiva por tramposa. Estoy
hablando de una tía que cortó un tronco de 50 centímetros de diámetro
en exactamente 10 hachazos. Me recordó a la esposa del Selu en la
chirigota "Lo que diga mi mujer".

Después de eso, nos fuimos hasta el NAB Arena de nuevo, donde iba a
empezar un concurso de hípica que Xanne, la chica de holanda, quería
ver. También fueron Michel y Lin, francés y china, respectivamente, y
pareja. Lin parecía muy interesada en la hípica, pero debió se
impresión mía porque se durmió a los 4 minutos de empezar.

Una hora después, nos dijeron que había que ir a la carrera de cerdos
(Dios mío) que estaba a punto de empezar y era el último pase del día.
Por supuesto, llegamos tarde (¡BIEN!), se nos habían colado doscientos
chinos que habían venido expresamente a ver a los cerdos correr (y
había unos cuantos que se negaban a aceptar su mala suerte y estaban
subidos a las vallas para poder presenciar el evento... entre ellos
Lin. sigo sin explicarme qué había de interesante en ver a unos cerdos
corriendo por el barro ni por qué les fascinaría tanto a los chinos...
supongo que para ellos será muy curioso ver comida haciendo deporte...

Ya hasta las narices de ver paleteces, me fui hasta la zona Coca-Cola,
donde estaban las atracciones. Llevaba todo el día queriendo montar en
el Slingshot, que es una especie de chasis metálico con asientos y un
sistema de sujección hidráilico en el que te colocan para luego
lanzarte a 50 metros de altura con la ayuda de unas gomas elásticas.
Es un poco como el puenting, pero al revés. Me lo pasé como un enano.
Si no hubiera valido 15 euros cada viaje, habría repetido cuatro o
cinco veces más.

Ya después de esto, nos reunimos de nuevo en el NAB Arena para ver los
últimos shows del día:
La historia de True Blue y el espectáculo de fuegos artificiales y láser.

La historia de True Blue... bueno, cuando la ví pensé que era lo siguiente:
Una familia de granjeros viven en una apartada parcela cuidando de sus
vacas, sus ovejas y sus caballos. Tienen un perro que vive en la otra
casa.
Hay un incendio. Los bomberos llegan y cierran la llave del gas que
provoca las llamas mientras dejan todo perdido con las mangueras.
Rescatan a una chica que se va gritando "Bluey, Bluey".
Suponemos que Bluey es el perro.
El perro sale de la casa donde vivía, que no se había quemado.
Extrañado por no ver a nadie, el perro se va y abandona la casa.
Aparece un caballo.
Una señora coge al perro, lo monta en un quad y le va dando vueltas
por el estadio mientras unos gamberros asustan a una manada de vacas
con sus caballos. (Aquí yo pensé que el perro estaba muerto y el quad
representaba que los estaba viendo desde el cielo)
Se apagan las luces y aparece una figura con una capa hecha de
lentejuelas en un caballo blanco que se da dos vueltas al estadio y se
va. Suena una musiquita como de cuento de hadas.
Aparecen unos aborígenes que nos gritan (al público) mientras dan
golpecitos en el suelo con un palo.
Cuando el suelo está lo suficientemente domesticado para su gusto,
hacen una danza al son del djideridoo. Luego se van.
Aparece un circo. El señor que va montado en el elefante de fibra de
vidrio nos promete que es el espectáculo más grande del mundo y luego
se marcha.
Aparece la familia del principio viviendo en la misma casa que se
supone que se había quemado.
Aparece el perro de detrás de un árbol de atrezzo.
La chica y el perro corren uno hacia otro con lágrimas de emoción en los ojos.
Cantan una canción y luego el himno de australia.
Por último, y como anunciando el final, la obra termina.

Luego me enteré (cuando conseguí salir del shock), que la historia de
True Blue narra el cuento del perro (True Blue) que después de ser
dado por muerto en un incendio, recorre toda australia para reunirse
de nuevo con su familia (los cuales ya habían comprado otro perro para
ayudar a los niños a superar la pérdida). Reconozco el mérito de los
guinistas porque a mí no me habría dado la cabeza para montar un
tostón de media hora con esa base.

Después llegó el espectáulo de láser y fuegos artificiales donde nos
intentaron dejar sordos a base de petardos y ciegos a base de darnos
con el laser en las retinas. Un dibujito de un cowboy hecho con lásers
nos animaba a cantar el himno de australia mientras las luces
estallaban delante de nosotros.

En cuanto acabaron los fuegos artificales, todas las barracas se
cerraron, las atracciones se apagaron, los restaurantes recogieron y
nos echaron a todos a la estación para que volviéramos a la estación
de trenes de Sidney y de ahí a coger el autobús a Wollongong. Para
entonces estaba lloviendo ya, pero eso no le impidió al conductor
volver a poner el aire acondicionado a tope, con lo que yo acabé con
una gripe que no me pude mover de la cama en una semana (quinta y
última desgracia).

Total, que fue muy divertido.

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Post largo para compensar mi ausencia.

Saluditos desde Australia :)

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